Periodismo de Marca. Sonia Aparicio
New Media & Digital Journalist | Madrid
Hace una semana que regresé de EEUU y algunas imágenes siguen rondándome la cabeza. Sí, puedo decir que nunca he vivido un evento igual que el Maratón de Boston de 2014. El poder de las imágenes y su asociación a un sentimiento colectivo deja huella. Ciudadanos, marcas, anunciantes… ¿Qué más da? El qué y el cómo. Correr con orgullo. Con fuerza. Y pasión. Estas serían las 5 imágenes y sus argumentos para contarlo:
FUERZA. Tras los atentados que en 2013 costaron la vida a 4 personas y provocaron más de 250 heridos, el maratón de 2014 ha sido un evento cargado de simbolismo y emoción. Más de 36.000 runnners, 9.000 más que el año pasado, salieron de la línea de meta en Hopkinton con un lema único: «Boston we are strong». No hay bombas suficientes para parar esta fuerza. Y eso quedó latente el día de la carrera, con la calle Boylston abarrotada a escasos metros de la línea de meta, justo donde estallaron las bombas. Un lugar de homenaje y recuerdo a las víctimas donde corredores de todos los rincones del mundo han dejado su homenaje particular, como este mensaje sobre unas viejas zapatillas: «Life is a marathon, run in peace».
ORGULLO. Si terminas el maratón más antiguo del mundo eres mucho más que un maratoniano. Eres un «Boston finisher». El cartel de bienvenida en la Feria del Corredor previa al maratón se encarga de recordártelo. No hay nada parecido, ni siquiera entre los otros cinco Majors (Nueva York, Chicago, Londres, Berlín y Japón). Boston es especial.
SOLIDARIDAD
¿De dónde salían todas esas bufandas azules y amarillas que en los días previos veíamos por la ciudad? Una preciosa iniciativa de la Old South Church de Boylston Street, junto a la línea de meta: bufandas tejidas con amor y coraje para dar fuerza a los corredores. Se entregaban al paso, a las puertas de la iglesia, con una miniceremonia que honraba al corredor. Algo así como: nos honras con tu presencia para correr nuestro maratón, te mereces toda nuestra fuerza y apoyo.
PASIÓN. Y luego, todo se mezcla en la calle el día de la carrera, creando un ambiente tan especial y único entre residentes y foráneos, que lo allí vivido se convierte en una experiencia única, emotiva, inolvidable.
Cinco ideas, cinco fotos, para contarte lo mismo… pero de otra manera.